“Estoy construyendo un mundo que se nutre de la vivencia de una realidad paralela en constante movimiento, donde los elementos en caída libre encuentran sustento en su propia liviandad. Es la volatilidad misma del instante lo que los mantiene en equilibrio. En este espacio, el soporte, los materiales pictóricos y sus texturas se entrelazan de forma única, dando lugar a nuevas formas que desafían los límites convencionales. En este escenario sin bordes, la espacialidad se convierte en la protagonista principal. Es como si nos encontráramos inmersos en un vasto espacio sideral, donde las imágenes adquieren una dimensión trascendental. Cada pincelada, cada textura aplicada sobre el soporte se convierte en un portal hacia un universo de posibilidades infinitas", Carlota Ronchietto.