“La música nos hace rememorar un pasado que nunca existió, pero que, de todas formas, nos conmueve intensamente. A ese mismo campo vibratorio pertenecen las pinturas de Pablo Lozano. En sus telas vibra el eco de un sonido que jamás fue emitido, pero que resuena dentro nuestro haciéndonos sentir nostalgia por una vida que no tuvimos. Es un pintor de lo que se oculta, de lo que desaparece, de lo que se esfuma”, Daniel Molina.
Nació en Buenos Aires, en 1976. Se recibió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Lola Mora, en 1994, y participó de distintos seminarios junto a artistas como Pablo Suárez, Tulio de Sagastizábal y Ahuva Szlimowicz. Expuso individualmente en Praxis International Art, Galería Braga Menéndez, el Centro Cultural Recoleta, entre otros.