Es egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Realizó clínica de artista con Tulio De Sagastizábal y laboratorio de pensamiento sobre la imagen con Adrián Cangi. Sus obras forman parte del acervo del Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires y de colecciones particulares de Argentina, Uruguay, Perú, Brasil, Estados Unidos, Reino Unido. Israel, Suiza y Holanda. Recibió una mención honorífica en el Salón Manuel Belgrano Museo Sívori (2019), fue seleccionada en el Premio MACSUR (2018), entre otras distinciones.
"Me reconozco en el campo de la abstracción geométrica, consciente del legado de los movimientos modernos del siglo XX, sus poéticas y adecuaciones. Entiendo el color como una construcción cultural que multiplica e induce las formas de ver, como una estructura que interviene sobre el sentido, desarrollando forma y contenido. Así, conjuntos de colores, hacen posible las lecturas, provocando tensiones y estableciendo las direcciones en las que el ojo debe moverse. Mi pintura se caracteriza por el color plano y los bordes netos para enfatizar una cualidad óptico-perceptiva. Me interesa evidenciar los efectos de la percepción, las ilusiones ópticas, creando formas y colores de apariencia inestable; que son fondo y viceversa, que parecen componer nuevas figuras, o que aparentan movimiento. Quiero demostrar que, en una lógica aparente de repetición, nada se repite, ya que las distintas asociaciones cromáticas operan propiciando alguna transformación perceptible", Adriana Ablin.