Nació en Buenos Aires en 1990 y estudió en Diseño Gráfico en la FADU. Participó como partisane en CIA y en el programa Taller Compartido de la galería Crudo. Su formación es constante en distintos talleres y espacios colectivos investigando inquietudes vinculadas a la pintura, el dibujo y la recolección de sonido. Tomó clases con Paola Vega, Ana Clara Soler y Andres Sobrino entre otres mentores. Sus obras formaron parte de muestras colectivas en Paz Soldán y Central Newbery.
Sus piezas podrían catalogarse como geométricas o abstractas, pero hay algo más: son imágenes inspiradas en el mundo onírico, donde la oscuridad hace cortocircuito con la luz y el color. Sus protagonistas son animales, seres extraños y volátiles con tintes ancestrales. Cada criatura presenta un orden particular de las partes de su cuerpo y una transmutación permanente con el entorno. La naturaleza en todas sus formas, dimensiones y colores es la piedra basal que inspira los dibujos y pinturas de la artista.
Cada rincón de sus obras responde a pedazos activados de un mundo vaporoso y difuso en el que no hay límites para adquirir infinitas formas y movimientos. Aquí la materialidad oscila como el día y la noche. Por eso para Fatne la abstracción es la entrada a un territorio nocturno en el que los animales salen a mirar la luna o descansar debajo de un árbol moribundo.