Buenos Aires 1972.
Estudio pintura con Carlos Cañas.
Intenso y contrario al aplanamiento de las diferencias, Pérez Agrippino se destaca en el panorama actual de la pintura en la Argentina por haberse empecinado en el aprendizaje y refinamiento de la técnica. De modo que es capaz de elegir situar la dirección de la luz que inunda las imágenes, tanto como envejecer los fondos o hacer desaparecer las pinceladas, para invitar al espectador a sumergirse en “la escena, olvidándose que está mirando una pintura”.